Detectives contra los grafitis

Seguro que has ido por la ciudad y en ocasiones incluso has usado zonas llenas de pintadas y grafitis como escenario para tus fotografías. Pero, ¿cuánto cuesta acabar con estos destrozos del mobiliario urbano?

Ciudades como Nueva York o México han tenido grafitis de J. Demsky, nacido en Elche. Trabajando con Nissan e incluso Nike, el arte de este pintor urbano no ha tenido límites. A ello debemos de sumarle otros nombres del mismo lugar como pueden ser Rosh333, quien pintó junto con Okuda San Miguel la estación de la línea 9 de Madrid en honor a Paco de Lucía.

Pese a que todos ellos son famosos artistas actualmente, lo cierto es que tienen una trayectoria antigua en el arte callejero. Siendo por tanto identificados como autores de pintadas vandálicas sobre material urbano o privado por una unidad pionera en nuestro país. Estos policías se han especializado en el ámbito de los grafitis logrando saber quién se esconde detrás de más de cien pintadas.

“Nosotros no estamos en contra del grafiti. Es un arte. De lo que estamos en contra es de que una persona tenga que soportar que le pinten el comercio, la fachada, o que los impuestos se vean mermados. Si no está legalizado y autorizado, es un acto vandálico. Al final lo pagamos entre todos”, explicó el responsable de esta unidad.

En este ámbito también entran a participar los detectives privados en Lleida, ya que a veces son los propietarios de algunas casas o establecimientos quienes acuden a sus servicios para poder denunciar quién ha llevado a cabo estos actos. En este caso empresas como Detectives Zurita juegan un papel muy importante en el reconocimiento de aquellos que han realizado este tipo de pintadas.

Este reto artístico para muchos jóvenes supone todo un quebradero de cabeza para quienes gestionan las ciudades. Renfe gasta 25 millones de euros al año para mantener limpios sus vagones. A su vez, ciudades como Elche destinan un millón de euros al año para mantener muros y material urbano en óptimas condiciones.

Ya sea mediante la actuación de brigadas policiales, detectives privados en Lleida o simplemente mediante la denuncia directa, este tipo de pintadas que a ojos de fotógrafos pueden parecer arte están perjudicando a la sociedad.